jueves, 21 de marzo de 2013

Reflexiones...


Caminando con mi padre por la Senda Ecológica he pensado que si a los alumnos de primaria se les llevara de excursión por sitios como ese no tendrían que hacer educación física ese día y además se les podría enseñar la fauna (como la cantidad de tipos pájaros que había), la flora (ya que hay muchos tipos de árboles entre los que destaca uno que a pesar de haber sido rasgado y con muchos años, sigue teniendo brotes) y además se pueden enseñar todas o la mayoría de las materias como plástica (ya que no sólo se debe centrar en pintar sino en reconocer formas), matemáticas, conocimiento del medio, educación física, lenguaje, inglés...
Me pregunto por qué no se realizarán más excursiones de este tipo, además tiene la ventaja de que se podría trabajar durante toda una semana de lo que se ha hecho en esa excursión, pero el inconveniente que me viene a la cabeza es uno: los profesores deberían ponerse todos de acuerdo y planear esa actividad, tener que trabajar conjuntamente.
Parece fácil pero, ¿Lo es? yo creo que no, solamente debemos observar lo complicado que es realizar un trabajo en grupo en la carrera, se sabe que siempre va a haber uno o dos que hagan más que el resto y esto hace que los alumnos estemos "quemados". Lo curioso de este concepto es que no sólo los alumnos están "quemados" sino también los profesores, sobre todo los profesores de secundaria.
Si verdaderamente me dedico a la educación me gustaría centrarme en este tema porque es una forma de enseñar tan activa que al niño le produce interés y curiosidad... simplemente consiste en hacer juegos y en hacer que el niño aprenda jugando y que investigue.
Al igual que el bebé necesita tirar un juguete para ver el efecto que produce, el niño debe tener a su alcance todo lo necesario para aprender y creo que en un aula con una fotografía puede ayudar, pero es muy aburrido, monótono, rutinario, constante y más sinónimos.
Esto haría a un alumno más autónomo, más libre.
Esta última frase me ha hecho pensar en si realmente se deja a la sociedad ser autónomo. Creo que no se deja crecer, creo que nos encierran en una parcela enseñándonos lo bonito que es el planeta Tierra y la cantidad de animales que puedes ver, la cantidad de cosas que puedes hacer y luego no puedes, estás encerrado en la parcela.
Creo que es hora de abrir la puerta de la parcela y permitir a los que nos suceden, que puedan ver y experimentar y pensar por si mismos. No digo que la escuela sea como una cárcel, ni mucho menos, simplemente lo veo como un sitio al que se dejan los niños para que sepan leer, escribir, sumar, restar y más operaciones. Pero si tiene un suspenso el padre va a hablar con el profesor para ver qué le ocurre al hijo, por qué no aprueba, ¿El niño es tonto? no es tonto, simplemente se le está acostumbrando a una rutina y se necesita un cambio. Y creo que ese cambio debe empezar por nosotros mismos. 

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